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Lunes, 05 de enero de 2004
No fue en Playa Vista ni siquiera en Boca Chica, pero no tantos kilómetros distancia en la sucursal de la Avenida Mella de Banco Popular en Santo Domingo que este pequeño pedazo de irreverencia se sucedió.
Estábamos en fila esperando nuestro turno al mostrador de los cajeros cuando una mujer pobre desaliñada de mediana edad entró arrastrando los pies hasta la primera persona en línea con la mano extendida pidiéndole limosna. Cosa segura ella fue en el lugar correcto para obtener dinero, pero la manera de sacarlo claro fue equivocada aun más estaba dando su espalda a lo cajeros. El primer hombre en la línea dio la mitad de un paso atrás para evitar sus avances. La mujer se dio la vuelta y volvió a la rutina normal en un banco al acercarse al cajero más próximo, aunque su técnica no estaba familiarizado porque ella se desplomó sobre el mostrador mientras hizo su pedido. Aparte de todo, por supuesto, no tenia ningún libreta de banco o ficha de retiro en la mano y, sobre todo cuando estaba abrumando al pobre cliente quien estaba siendo atendido, el cajero le hizo señas para retirarse en nuestra dirección de la fila de nuevo. En defensa propia miramos alrededor para ver si hubiera un guardia de seguridad cercano. Extrañamente, donde por lo general hay varias desfilando alrededor erizado de armas de intimidación en casi todos los bancos dominicanos, no había ninguno en este momento. Alguien gritó, “watchi”, que es una abreviatura de watchman en dominicano para vigilante o guardia de seguridad. El “watchi” estaba sentado en el medio del banco en una cómoda silla giratoria disfrutándose con un par de medias vueltas para que no vaya a faltar. Era evidente que la mujer intrusa había pasado cerca de él, porque él como el cordón de seguridad, naturalmente, estaba posicionado entre los cajeros y la entrada principal. Habiendo reconocido la presencia del watchi supusimos que el asunto iba a solucionarse cuanto antes posible y calma y orden estaría asegurado.
La mujer regresó con persistencia a la línea de espera de los clientes, según las instrucciones del cajero, y cuando un cliente se levantó los brazos diciendo, “no tengo dinero para ti”. La mujer respondió de inmediato a su gesto de indefenso de brazos en altos, no sólo lanzándose hacia sus partes íntimas, pero también agarrando a los billetes que tenia en su mano voceando triunfantemente, “Oh, sí lo tienes!”
Ella pasó a la siguiente cliente pidiéndole dinero de la misma manera. Este cliente había aprendido que levantar los brazos era una defensa inadecuada y así dio un paso atrás y fuera de su alcance. Mientras tanto … ¿qué demonios le había sucedido al watchi que sólo tenía unos 20 pies de distancia a girarse hacia el rescate, o no? No en absoluto! Estaba todavía girándose pero no hacia un rescate ninguno. Le voceamos para que haga su trabajo es decir, mirar y mantener seguridad, pero él se mantuvo firme … aparte de sus rotaciones de silla que estaba continuando. La mujer siguió la línea hasta nosotros sin la más mínima intervención de nuestro girando watchi o cualquier otro miembro del personal del banco. Ya basta! Por lo que le acercamos directamente al watchi a insistir que hacer su trabajo. Parecía que pensaba que su trabajo consistió de seguir girando en la silla giratoria y dirigir a los clientes en cuanto a lo que deberían hacer. “Regresen a la línea y esperen su turno”, dijo el. ¿Se refería al turno de cambio de dinero o una arremetida privada? La cubeta de paciencia se había desbordado ahora por lo que le agradecimos a Banco Popular para nada y salimos del edificio. Quince minutos más tarde estuvimos recibido amablemente por el Scotiabank en Avenida Duarte, al menos en esta ocasión, a nuestro gran alivio, sin cualquier manoseando mendigo o girando vigilante.

Siete años más tarde:
En Boca Chica hay sólo dos sucursales bancarias y no sé si es coincidencia pero la sucursal del Banco Popular tiene una reputación de ser distanciado de sus clientes a veces hasta el punto de arrogancia. Sin embargo nunca he tenido un problema con el otro banco de Boca Chica, que es administrado por el Banco de Reservas.

el original inglés de este post: Banco Popular Insecurities